Planificación de una boda

Planificar una boda puede ser muy divertido. También puede ser muy costoso. Una boda promedio en los EE. UU. costaba $33,391 en 2016, según el estudio de bodas reales de 2017 de The Knot. Si en tu futuro se vislumbra el pago de una boda, tuya o de un hijo, lo primero que debes planificar es una guía de gastos.

Si elaboras un presupuesto, es posible que puedas mantener los costos de la boda bajo control y evites tener que pasar años pagando una deuda por el gasto de un día de tu vida. Debido a que las bodas suelen planificarse con al menos un año de anticipación, elaborar un presupuesto es una buena manera de determinar de qué manera se financiará todo.

A diferencia de las generaciones anteriores, ya no es común que los padres de la novia se hagan cargo de los costos del gran día. Muchas parejas esperan estar afianzadas en sus carreras profesionales para casarse y pagan una gran parte de los gastos de la boda. Si bien a los padres aún les gusta contribuir, es importante hablar con todas las partes que brindarán ayuda para saber quién va a ofrecer ayuda financiera y de esta manera crear un presupuesto más preciso. Una vez que comiences a recibir cotizaciones, tendrás una idea más precisa de lo que puedes costear, de lo que podrías prescindir o bien, endeudarte para tener.

Si el dinero que tienes no coincide con el costo de la boda, será mejor que decidas si estás dispuesto a financiar una parte de los costos de tu boda o si mejor recortas algunos gastos; esto se puede lograr con la reducción de la lista de invitados o la elección de un lugar que no sea tan costoso. Si no estás dispuesto a ceder, es probable que un préstamo personal o hipotecario sea una opción para proporcionar financiamiento adicional.

Estas son algunas cosas a tener en cuenta a la hora de determinar lo que gastarás en tu boda:

  • Calcula cuánto estás dispuesto a pagar por persona. Aunque es posible que los costos de comida y bebida sean fijos, mientras más invitados tengas, mayor deberá ser el espacio que necesitas. 
  • No olvides incluir el costo de mano de obra, propinas, impuestos a las ventas y cargos de entrega y recogida. 
  • Aunque quizás no quieras escatimar en un fotógrafo, es probable que un filmador no sea necesario, ya que ahora las personas pueden hacer grabaciones de alta calidad con sus smartphones. 
  • Limítate a invitar a familiares y amigos cercanos, ya que las amistades casuales pueden aumentar el tamaño de la lista de invitados y disparar el presupuesto. No entregues el recuento final al salón hasta que tengas la mayoría de las confirmaciones de los invitados. La mayoría de los salones no reducirá la cantidad de personas invitadas en el contrato. 
  • Las bodas que se celebran los viernes y domingos sueles ser menos costosas que las que se realizan los sábados. 
  • Por lo general, los bufés son más económicos que las comidas al plato. 
  • Si tienes una barra libre, no es necesario que incluyas marcas de bebidas alcohólicas de primera calidad, y quizás lo mejor sería limitar las opciones de los invitados a vino y cerveza, y tal vez uno o dos cócteles de marca.

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