¿Cuál es tu plan patrimonial?

Pasamos toda nuestra vida laboral ahorrando, planificando, acumulando y protegiendo como una forma de prepararnos para nuestros años dorados. Y, si lo planificamos bien, habrá algo que transmitir a las próximas generaciones para que puedan tener vidas aún mejores. Ese es el plan ideal de muchos, sin embargo, pocos realmente hacen la planificación necesaria para garantizar que esto suceda. De hecho, la mayoría de los estadounidenses no hacen ningún tipo de planificación patrimonial en absoluto, lo que para muchas familias se convierte en un desastre financiero que las deja en la peor de las situaciones. Un error conceptual fundamental es que la planificación patrimonial es solo para los ricos, pero hasta las propiedades más pequeñas pueden crear dificultades financieras para las familias si no se toman las medidas adecuadas para planificar su transferencia después de la muerte. 

¿Qué sucede con tu patrimonio después de la muerte?

En ausencia de un testamento o fideicomiso, tu patrimonio, que consiste en toda su propiedad, queda bajo tutela estatal. Durante al menos un breve período, el estado, operando a través del tribunal de sucesiones, tendrá pleno control de tus activos, excepto de aquellos que pasen a tus beneficiarios por contrato. El tribunal de sucesiones determinará quién recibirá tus activos de acuerdo con las leyes del estado. Si tienes hijos, el estado decidirá quién será su tutor. 

Si debes dinero, el estado se encargará de que tus acreedores reciban el pago antes de que cualquier familiar. Tu familia tendrá que pagar todos los costos de liquidación de sucesiones, incluidas las tasas de sucesión, antes de recibir cualquier activo. Y, si eres el propietario de una empresa, lo más probable es que no sobreviva a una liquidación patrimonial. Un estado puede retener activos en un procedimiento de sucesión siempre y cuando necesite resolver los reclamos legales y de acreedores. Sin un testamento o fideicomiso, tu familia no tendrá voz en la disposición de su propiedad, y será la última en la fila para recibirla. 

Una de las razones por las que la gente evita la planificación patrimonial es porque piensa que es muy complicada, sofisticada o costosa, sin mencionar el deseo innato de no pensar en su desaparición. A cada uno de estos puntos: no es complicada, puede ser tan sencilla como necesites, no es costosa y se trata de mantener tu legado vivo. Piensa la planificación patrimonial en términos de objetivos para tu familia, por ejemplo:

  • Asegurar el futuro financiero de tu familia
  • Brindar el capital necesario para pagar las necesidades inmediatas de efectivo y los costos de liquidación
  • Dejar la mayor cantidad de activos posible a tu familia
  • Asegurar de que se cumplan tus deseos
  • Evitar las demoras y costos de una sucesión
  • Asegurar la continuidad de una empresa y 
  • Dejar un legado para las generaciones futuras.

Consejos básicos para la planificación patrimonial

Hay numerosas herramientas y recursos que puedes usar en tu plan de sucesión. Los que necesitas dependen de tu situación familiar y financiera actual, y de cómo imaginas tu futuro. Un plan patrimonial a menudo se implementa en etapas, comenzando con herramientas básicas como un testamento, y luego podrás agregar herramientas adicionales a medida que cambie tu situación. 

Estos son los pasos básicos que cualquier persona con una familia y activos debe seguir para planificar su patrimonio, en orden de importancia:

  • Obtén un testamento. Puedes generar un testamento en línea o usar LegalZoom.com por un par de cientos de dólares.
  • Asigna un poder notarial. La planificación patrimonial tiene mucho que ver tanto con lo que sucederá si mueres como si no lo haces. Un poder notarial brinda instrucciones a tu familia y a los tribunales para administrar tus asuntos si quedas mentalmente incapacitado.
  • Obtén un testamento vitalicio. Por la misma razón que necesitas un poder notarial, que abarca principalmente tus asuntos financieros, necesitas un testamento vitalicio o una directiva médica anticipada para brindar instrucciones a tu familia y proveedores médicos para tu tratamiento preferido en caso de que padezcas una enfermedad terminal. Dejar estas cuestiones sujetas a conjeturas implica una enorme dificultad emocional para tus familiares.
  • Obtén un fideicomiso en vida. Si tienes alguna propiedad, cuenta de inversión o activos con un valor apreciable, considera transferir su propiedad a un fideicomiso en vida. Una vez dentro de un fideicomiso en vida, tus activos pasarán a los beneficiarios del fideicomiso fuera de la sucesión, dejándolos inmediatamente disponibles (o distribuidos según tus instrucciones específicas) para los miembros de tu familia. Puede crear un fideicomiso en vida en LegalZoom.com por solo $ 600, una ganga teniendo en cuenta los beneficios para tu familia.
  • Pide asesoramiento. La mayoría de la gente solo necesita un testamento simple para garantizar que la transferencia de activos y la tutela se lleven a cabo de acuerdo con sus deseos. Los patrimonios más grandes, especialmente aquellos que tienen activos como bienes raíces (con menos liquidez), pueden necesitar herramientas de planificación adicionales que se proporcionan mejor a través de un abogado de sucesiones calificado. Un abogado también puede ayudar a estructurar tu patrimonio de forma tal que cause la menor fricción entre los herederos sobrevivientes. Para patrimonios más grandes, un abogado de sucesiones también puede asesorar sobre la mejor forma de evitar los impuestos por fallecimiento. A medida que las leyes de impuestos sobre el patrimonio cambian, es importante revisar tu plan patrimonial periódicamente.

Los productos de nuestro servicio de gestión de patrimonio no están respaldados por el seguro de FDIC, pueden perder valor y no cuentan con una garantía del banco.

Consejos para maximizar los beneficios de tu Seguro Social

Comprende tus opciones de beneficios y las medidas que puedes tomar para asegurarte de aprovechar al máximo los beneficios disponibles del Seguro Social. Podrías aprovechar miles de dólares más en beneficios durante toda la vida.

Para cada vez más jubilados, se espera que los beneficios del Seguro Social tengan un papel cada vez más significativo en tener ingresos suficientes para toda la vida. Es más importante que nunca que entiendas tus opciones de beneficios y las medidas que puedes tomar ahora para asegurarte de recibir el beneficio máximo por tus años de arduo trabajo. 
 
Con un poco de previsión y una buena planificación, es posible disfrutar de miles o hasta decenas de miles de dólares en beneficios de por vida.  
 
Maximiza tus años de trabajo donde más ganas
 
Los beneficios del Seguro Social se calculan con base en ganancias más altas de 35 años de historial laboral. Las ganancias de los 35 años en que más dinero ganaste se promedian para calcular tu beneficio máximo. Si en tus 35 mejores años hubo algunos en que ganaste poco, tu promedio bajará. Todos los años en que hayas estado desempleado se cuentan como ceros, lo que también reduce tu promedio. Sin embargo, cada año adicional de ganancias que trabajes más allá de 35 años reemplazará a un año anterior de ganancias más bajas o cero ganancias y tu promedio subirá.
 
Esfuérzate al máximo para ganar más hasta llegar a la edad de jubilarte
 
Mucha gente comete el error de bajar un cambio y trabajar menos antes de jubilarse, o incluso semijubilarse, antes de llegar a la edad de jubilarse. Esto podría costarles miles de dólares en beneficios de por vida. El monto de tus beneficios está basado en tus ganancias. Entonces cuanto más ganes, más recibirás en beneficios. El tope de ganancias anual es de $147,000 en 2022 (indexado por inflación), toda cantidad mayor que ganes no se incluye en el cálculo. Lo mejor es intentar ganar lo más posible a medida que te vayas acercando al momento de jubilarte, incluso si esto significa aceptar trabajos de medio tiempo. 
 
Retrasa tus beneficios hasta los 70 años de edad
 
Recibirás tus beneficios completos del Seguro Social cuando te jubiles a la plena edad de jubilación (FRA, por sus siglas en inglés), lo que para la mayoría de la gente que se está jubilando ahora, es 66 (la FRA aumenta gradualmente a 67 para las personas que nacieron del 1960 en adelante). No obstante, por cada año que retrases tus beneficios, ganarás créditos por jubilación aplazada (DRC, por sus siglas en inglés) que aumentan la cantidad de tus beneficios en un 8 por ciento hasta los 70 años de edad. Para un monto de beneficio mensual de $2,000 a la FRA, tu monto de beneficio mensual subiría a $2,640 y tu monto de beneficio de por vida subiría de $378,000 a $411,000, sin incluir ajustes por costo de vida.
 
Pide beneficios conyugales antes
 
Cuando ambos cónyuges tienen al menos 62 años de edad, uno de los dos puede empezar a recibir el beneficio conyugal mientras el otro aplaza los beneficios hasta alcanzar la FRA o más adelante. El monto del beneficio conyugal es la mitad del monto de beneficio completo del otro cónyuge, así que esta opción es mejor en casos donde el otro cónyuge es quien gana más dinero. Una vez que el cónyuge que está recibiendo beneficios conyugales alcanza la FRA, puede empezar a recibir sus beneficios de jubilación completos. Para que esto se pueda hacer, los cónyuges deben tener como mínimo 10 años de casados al momento de elegir esta opción. 
 
Cuidado con la trampa fiscal del Seguro Social
 
Si tienes planeado seguir generando ingresos después de empezar a recibir tus beneficios, puede que tengas que pagar impuestos sobre el 50 a 85 por ciento de tus beneficios del seguro social. Si tu ingreso total es de entre $34,000 y $44,000 ($25,000 y $34,000 para contribuyentes solteros), incluyendo ganancias e ingresos de inversiones (e ingresos de valores exentos de impuestos), hasta el 50 por ciento de tus beneficios son gravables. Cuando tu ingreso total supera los $44,000 ($32,000 para contribuyentes solteros), hasta el 85 por ciento de tus pagos de beneficios son gravables. Para reducir los impuestos que se cobran sobre tus beneficios puedes controlar cuánto ganas en un año en particular o transferir una parte de tus ahorros que devienen intereses a una anualidad. Los intereses ganados dentro de una anualidad tienen impuestos diferidos, y los ingresos pagados por una anualidad no están incluidos como parte del impuesto al Seguro Social.
 
Fuente: Administración del Seguro Social https://www.ssa.gov/benefits/.

Lo básico para las inversiones de retiro

Cuando se trata de inversiones para el retiro, no hay una única receta. Pero sí hay algunas cuestiones que todos deberían tener en cuenta al momento de elegir cómo y dónde invertir.

Piensa a largo plazo

La inversión para el retiro es una propuesta a largo plazo. A menos que ya hayas alcanzado y superado tus objetivos de ahorro para el retiro, este consejo es fundamental cuando se trata de invertir en acciones. Si bien puede ser tentador probar la compra de acciones específicas con rentabilidad a corto plazo, o acciones como las criptomonedas, es muy complejo establecer plazos con este tipo de inversiones. En cambio, es recomendable que las inversiones en acciones se realicen con una planificación a largo plazo, lo cual implica la compra y tenencia de acciones en diversas situaciones del mercado. Con los temores generados al inicio de la pandemia, el mercado se desplomó casi en un 30% en marzo de 2020; no obstante, la mejor estrategia fue sostener esas inversiones hasta el final de la tormenta. Apenas un año después, las acciones de S&P 500 aumentaron casi un 100% la rentabilidad en comparación con la caída que sufrieron durante el inicio del pánico por el COVID.

Cómo influye la edad en las inversiones

La metodología de inversión debería estar determinada según tu edad. Como lo saben quienes ya han invertido en un plan de ahorro 529 para estudios universitarios, la edad de un niño determina la intensidad monetaria de la inversión, con más riesgo cuando el niño es más chico y menos riesgo a medida que se acerca a su edad universitaria. Lo mismo ocurre con los ahorros para el retiro. Si recién estás comenzando tu carrera laboral, tienes muchas décadas de ingresos y ahorros por delante, tus inversiones deben incluir un porcentage mayor de acciones y estrategias más riesgosas, con la posibilidad de obtener mayor rentabilidad. A medida que se acerca tu edad de retiro, la preparación de tus inversiones debe realizarse de una manera más conservadora y segura, por ejemplo en bonos municipales y anualidades. Si bien los intereses que se ganan con este tipo de inversiones no son tan altos, estarás mejor ubicado a nivel financiero llegado el momento exacto de tu retiro. Y, si todavía tienes varios años por delante antes de tu retiro, y no tienes una hipoteca o pagos fijos de la universidad, puedes intentar invertir más para tu retiro aprovechando el potencial de los intereses compuestos.

El mejor momento es ahora Si aún no comenzaste a invertir para tu retiro, el mejor momento de hacerlo es ahora mismo. Si bien es lógico posponer las compras grandes hasta estar en una mejor situación financiera, con las inversiones de retiro, posponer el momento no tiene sentido, en particular si hacerlo no impacta en tus necesidades financieras diarias. Esperar el momento o las condiciones del mercado perfectas es tentador pero, cuanto antes comiences a invertir, mayor será el tiempo que tenga ese dinero para crecer y mayor será la probabilidad de avanzar en el mercado, tal como lo han visto ahora quienes sostuvieron sus inversiones durante la pandemia. Si trabajas para un empleador con un plan 401(k) basado en aportes porcentuales, intenta aumentar lo más posible el monto de tus aportes ya que, de no hacerlo, dejarías ese dinero al azar

La importancia de volver a los planes de retiro después de eventos importantes

La planificación de la jubilación es un proceso continuo que requiere una revisión constante, en particular después de eventos significativos que pueden alterar tus planes, como por ejemplo la pandemia mundial provocada por COVID-19.  A partir de los hechos de los últimos 18 meses que afectaron a todos, de una manera u otra, este es el momento perfecto para volver a consultar tu portafolio de retiro y determinar si es necesario que hagas ajustes o modificaciones.

El coronavirus afectó las finanzas de casi todo el mundo, ya sea en forma positiva o negativa.  Algunas personas perdieron sus trabajos o se les redujeron sus salarios en forma temporaria, otros observaron cómo aumentaron sus portafolios de inversiones o simplemente lograron mantener la cantidad de dinero que podían ahorrar debido a que el distanciamiento social provocó reducciones drásticas en sus hábitos de gasto diario.  Cualquiera sea tu situación, es una buena idea observar cómo fueron afectados por la pandemia tus planes de jubilación a largo plazo y determinar si es necesario hacer cambios.

Si las alzas del mercado generaron ganancias significativas en tu portafolio de inversiones y te encuentras en una situación mejor de lo que esperabas, puede ser recomendable que hables con un asesor financiero y consultes si hay formas de asegurar algunas de estas ganancias de manera permanente para evitar que una posible baja en el mercado te afecte en el futuro.  Como alternativa, podría ser el momento perfecto para incorporar algunas nuevas inversiones, en especial si un alza inesperada te permite agregar algo más de riesgo a tu portafolio que podría generar aún más ganancias a futuro.

En cambio, en caso de que la pérdida de tu trabajo o el bajo rendimiento de tus inversiones te haya perjudicado, puede ser un buen momento de evaluar tu portafolio o buscar formas de aumentar tus aportes para la jubilación reduciendo gastos en otras áreas.  En caso que hayas perdido tu trabajo, si la falta de ingresos te obligó a recurrir a tus ahorros o a tu fondo de emergencia en algún momento durante el último año y medio, reconstruir ese fondo debería ser tu principal prioridad.  Si la pandemia nos dejó alguna enseñanza, es cómo la situación personal puede cambiar fácil, rápida e inesperadamente y cuán importante es tener dinero en efectivo disponible para usar como apoyo.  Los asesores financieros sugieren mantener el equivalente al promedio de seis meses de gastos básicos a la mano en todo momento; entonces, ese es el objetivo mínimo que deberías alcanzar.

Según cuán afectadas resultaron tus finanzas a raíz de la pandemia, posponer la jubilación puede ser un tema a considerar si te estás acercando a la edad en la que inicialmente planeabas jubilarte.  De acuerdo a los recientes resultados de la encuesta The Nationwide Retirement Institute 2021 Social Security Survey, el 15 por ciento de los estadounidenses está pensando en demorar su jubilación debido a la pandemia.  Si la jubilación estaba en tus próximos planes y sufriste pérdidas significativas debido a la pandemia, demorar la jubilación es probablemente una buena idea, en particular si planeabas jubilarte antes de alcanzar la edad de jubilación establecida por la Administración del Seguro Social, que son los 66 años de edad para personas nacidas entre 1943 y 1954.  Jubilarse antes de esa edad representa una menor cantidad de beneficios mensuales del Seguro Social, mientras esperar a jubilarte a la edad de 70 años, de ser posible, garantiza que recibirás la cantidad mayor a la que eres elegible para los pagos del Seguro Social.

Según la complejidad de tu situación particular, puede ser una buena idea consultar con un asesor financiero.

No dejes que el COVID cambie tu plan de retiro

Planificar el retiro nunca es fácil, pero ¿cómo hacerlo en medio de una pandemia mundial? Según en qué punto de tu plan de retiro te encuentres, la mejor opción puede ser mantener el curso en el que ya estabas.

La pandemia del COVID-19 puso al mundo patas arriba, afectando todo, desde las rutinas diarias de las personas hasta sus finanzas y ahorros para el retiro.  La pandemia ha causado gran turbulencia en el mercado, lo que ha hecho que el valor de algunas acciones se desplome mientras que el de otras se dispare, y lo mismo ocurre con el valor de las cuentas 401(k). Ante esta situación, lo natural es que pienses en quitar el dinero para tu retiro de estas inversiones volátiles.  Pero vender acciones cuando los precios están en baja quiere decir que enfrentarás pérdidas significativas, especialmente si la caída es temporal, algo que hemos visto en varias ocasiones desde la llegada del coronavirus. En cambio, si ya realizas aportes para tu plan 401(k) con tu salario y está dentro de tus posibilidades, deberías seguir haciéndolo. O, incluso mejor, si te es posible aumentar ahora el monto que destinas a tu cuenta de retiro, esto podría generar un incremento significativo de tus ahorros generales a largo plazo.

Sin embargo, mantener el rumbo general de tu plan de retiro no quiere decir que no puedas considerar algunos cambios. El distanciamiento social y el trabajo remoto han tenido un gran impacto en los gastos generales de las personas y la mayoría ha reducido de forma considerable sus gastos mensuales. Ahora es el momento perfecto para inspeccionar detenidamente tu presupuesto y analizar si existe algún área en la que puedas reducir gastos innecesarios de manera permanente.  Y, si estás gastando menos, asegúrate de que estás ahorrando más, ya sea haciendo aportes adicionales para tu portafolio de retiro o aumentando el dinero de tu fondo de emergencia.  Comenzar tu retiro cuando tienes dificultades económicas es de las peores cosas que puedes hacer. Los asesores financieros recomiendan tener ahorrado en efectivo el equivalente a seis meses de gastos para poder cubrir cualquier gasto inesperado.  Analizar tu presupuesto ahora puede ayudarte con esos cálculos. 

Si tu retiro está dentro de tus planes a corto plazo y tu trabajo es estable, es posible que quieras posponer tu salida del mundo laboral hasta que la crisis causada por el COVID-19 se acabe y haya un panorama más claro acerca de cómo se verán afectados los mercados.  Si las predicciones de los economistas son correctas, es muy probable que el valor de tus ahorros para el retiro se vea afectado hasta que la situación cambie.  Si puedes posponer tu retiro y al mismo tiempo evitar utilizar los fondos que tienes ahorrados, será mejor para ti a largo plazo. La mejor forma de hacer eso es seguir generando ingresos.  

Si falta todavía mucho tiempo para tu retiro y no has comenzado a planificar, ahora es el momento perfecto para empezar. Construir una reserva de dinero al invertir en una 401(k) o IRA cuando el mercado está en baja podría resultar, una vez que los mercados se recuperen, en un gran impulso para tus ahorros de retiro a largo plazo. 

El Seguro Social puede proporcionar ingresos temporales

El Seguro Social puede proporcionar ingresos temporales

Con la llegada del coronavirus, se han perdido puestos de trabajo, desde cesantías temporales hasta despidos permanentes, para millones de estadounidenses. Como aún no se prevé el fin de las medidas de ayuda del gobierno, muchas personas luchan por encontrar la manera de llegar a fin de mes hasta que la pandemia termine y el panorama del empleo mejore. Hasta entonces, las personas que ya alcanzaron los 62 años pueden considerar el uso del Seguro Social como un medio de alivio financiero temporal.

La Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES) proporcionó a los desempleados un adicional de $600 por semana cuya finalización está programada para el 31 de julio de 2020. Incluso si el Congreso extiende de alguna manera el apoyo financiero para las personas que perdieron sus trabajos debido al coronavirus, ese apoyo no puede continuar para siempre. Si tienes al menos 62 años y estás entre los millones de personas que fueron despedidas o quedaron cesantes debido a la pandemia, todavía tienes la posibilidad de empezar a cobrar el Seguro Social, incluso si tienes pensado volver a trabajar. Hay, por supuesto, una compensación por hacerlo.

Aunque cobrar el Seguro Social después de los 62, y antes de tu plena edad de retiro (ya sea 66 o 67 años, según el año en que naciste), significa una reducción permanente en la cantidad que recibirás, existe un tecnicismo que básicamente te permite tomar un préstamo de hasta un año contra tus beneficios del Seguro Social. Esto se puede hacer solicitando los beneficios del Seguro Social antes, pero luego cancelando tu solicitud en un plazo de 12 meses. Esto es lo que la Administración del Seguro Social (SSA) llama "retiro". Siempre y cuando puedas devolver cualquier fondo que recibas del Seguro Social dentro de ese período, el monto total al que serás elegible en última instancia cuando comiences a recibir permanentemente los beneficios del Seguro Social seguirá creciendo de la misma manera que lo haría si nunca hubieras solicitado los beneficios anticipados. Hacer un retiro del Seguro Social, sin embargo, es algo que solo se puede hacer una vez en la vida.

Después del período inicial de 12 meses, todavía tienes la opción de suspender tus beneficios hasta el momento en que cumplas 70 años, pero solo si ya alcanzaste tu plena edad de retiro (66 o 67 años). Esto permitirá que el monto mensual final que recibirás en beneficios aumente hasta un 8% cada año hasta los 70 años. Una vez que llegas a los 70, el monto que recibirás en beneficios deja de aumentar, por lo tanto, no tiene sentido posponer el reclamo del Seguro Social después de esa edad.

Si bien los beneficios anticipados del Seguro Social pueden no ser una solución ideal, pueden ser una forma de ganar tiempo para encontrar una solución alternativa que cubra las pérdidas de ingresos actuales.

Ahorra para la jubilación con una IRA conyugal

Los altísimos costos del cuidado de los niños estimulan cada vez más, tanto a hombres como mujeres, a tomarse un descanso de las carreras tradicionales para ocuparse de los niños en edad escolar. Pero eso no significa que también deban poner pausa a sus ahorros jubilatorios.

Si bien tomarse un descanso del trabajo significa ponerles fin a los pagos de nómina periódicos y a los beneficios jubilatorios como los planes 401(k) y la incapacidad de abrir una cuenta de retiro individual (IRA) o hacer aportes a esta, hay un modo de seguir ahorrando en forma legal para el retiro a través de un instrumento de inversión tradicional. Las cuentas de retiro individuales conyugales permiten que quienes trabajan hagan aportes anuales en representación de su cónyuge con quien haya presentado una declaración de impuestos conjunta. Y, luego del reconocimiento por parte de la Corte Suprema de los matrimonios del mismo sexo en 2015, el Servicio de Rentas Internas (IRS) permite que parejas del mismo sexo que estén legalmente casadas también aprovechen las IRA conyugales.

En gran parte, las IRA conyugales funcionan como las demás IRA. Los individuos pueden elegir entre una IRA tradicional, en la que los impuestos se pagan al momento de jubilarse cuando el dinero se retira de la cuenta, o una Roth IRA, en la que los impuestos se pagan al hacer aportes, lo que permite que el beneficiario extraiga distribuciones libres de impuestos al jubilarse.

Tal como sucede con otras IRA, las IRA conyugales pueden ser beneficiosas para las finanzas de la pareja durante la temporada de impuestos. Los aportes a una IRA tradicional pueden incrementar la deducción de impuestos en general para una pareja. Sin embargo, esto no es así en el caso de las Roth IRA. Los impuestos sobre los aportes a las Roth IRA se pagan el año en el que se hacen tales aportes, pero el monto que tendrá disponible el beneficiario al momento de jubilarse será mayor, ya que las distribuciones de estos instrumentos están libres de impuestos.  

Las IRA conyugales están sujetas a límites de deducciones y aportes tal como las IRA comunes, y es posible que haya un límite en las deducciones para aquellos cubiertos por planes de retiro patrocinados por sus empleadores y para los contribuyentes con ingresos más altos.

Aborda la planificación patrimonial

Han pasado más de 230 años desde que el poeta Robert Burns escribió "a menudo, los mejores planes de los ratones y los hombres salen mal", y la frase aún sigue vigente. Si bien las cosas no siempre resultan como las planeamos, cuando se trata de tu futuro financiero y del cuidado de la salud, debes elaborar un plan, y eso incluye tu fallecimiento y el traspaso de tus activos a otras personas.

            Es posible que la planificación patrimonial no sea fácil, pero es necesaria si quieres asegurarte de que la mayoría de tus activos pasen a tus hijos, nietos y cualquier institución benéfica a la que quieras dejar tu dinero, en lugar de perderlo en concepto de impuestos. Además de asegurarte de que tus activos estén protegidos, necesitas protegerte frente las disputas y los distanciamientos que, por lo general, suceden en las familias cuando los deseos de una persona no están claramente definidos antes de que fallezca. Es importante que elabores bien tus planes patrimoniales y se los hagas saber a las partes implicadas.

            Igualmente importante es planificar tu voluntad para la atención médica de tus últimos años y lo que quieres, desde un testamento vital hasta tus preferencias en las condiciones de vida si necesitas la asistencia de cuidadores o una residencia para ancianos.

            El objetivo principal de la planificación patrimonial es evitar el juicio testamentario, es decir, el proceso, a menudo muy prolongado, por el cual el sistema judicial determina el destino de tus activos si no lo has hecho claramente a través de un testamento, fideicomiso o algún otro documento relacionado con la planificación patrimonial. La elaboración de un plan patrimonial también es buena para tener una idea del valor total de tus activos combinados, desde cuentas de inversión y jubilación hasta tu propiedad o cualquier otro objeto de valor que poseas. Debido a que puede haber muchos factores implicados en la protección de tus activos, normalmente, lo mejor es contratar a un asesor financiero experimentado para que te ayude.

A continuación, ofrecemos algunos aspectos a tener en cuenta al elaborar un plan patrimonial:

  • Si contratas a un planificador inmobiliario, asegúrate de comprender todo lo que hace y por qué. No temas hacer preguntas sobre lo que no entiendas.
  • De vez en cuando, siéntate y revisa tu plan patrimonial y haz las actualizaciones que sean necesarias. Independientemente de lo que pueda decir tu testamento, los formularios de designación del beneficiario relacionados con las cuentas de pensiones será lo que finalmente se tendrá en cuenta.

Si el poder legal es parte de tu plan patrimonial, asegúrate de tener uno para las finanzas y otro para el cuidado de la salud. Mantén esos documentos actualizados y asegúrate de que aquellos a quienes hayas asignado el poder legal sigan siendo personas cercanas, en las que confíes y que tengan en cuenta tus propios intereses.

Planificación de jubilación: la ayuda profesional puede valer la pena

La época en que la jubilación significaba vivir cómodamente de los pagos de un plan de pensión y de los beneficios de la Seguridad Social ya quedó en el pasado. Las personas viven más, lo que aumenta las probabilidades de que un jubilado promedio tenga gastos médicos o de cuidados a largo plazo significativos. Planificar la jubilación se ha vuelto más importante que nunca.

Según la Oficina de Censo de los Estados Unidos, la duración media de la jubilación en este país es de 18 años. Este es solo el promedio, lo que significa que existe la posibilidad de que puedas fallecer antes, o que tu jubilación puede durar 30 años o más. Si bien es importante comenzar a ahorrar para la jubilación lo antes posible, el hecho de simplemente reinvertir el dinero en acciones o en una IRA no sería la mejor opción para tus necesidades individuales ni para los años de jubilación. Una de las mejores cosas que puedes hacer es contratar un asesor financiero calificado que pueda ayudarte a elaborar una perspectiva realista de tus gastos para los próximos años y saber cuánto necesitarás ahorrar para vivir de manera cómoda durante tu jubilación.

Una planificación adecuada de la jubilación significa asegurarse de que los ahorros y las inversiones están bien diversificados y que el nivel de riesgo en tu cartera de ahorros de jubilación es adecuada para tu edad actual y el periodo de tu vida laboral. Si tienes 20 y tantos años y estás iniciando tu vida laboral, puedes elegir inversiones más arriesgadas que puedan convertirse en mejores pagos. Si esas inversiones no dan resultado, aún tienes muchos años para recuperarte de alguna pérdida.

Sin embargo, cuanto más avanzado estés en tu carrera profesional y más cerca de la jubilación, más importante será equilibrar cualquier riesgo en tu cartera de inversiones con fuentes de ingresos garantizados. Un asesor financiero puede ayudarte a determinar cuánto dinero es previsible que gastes una vez que te jubiles y si estás en el buen camino para satisfacer esas necesidades. Además, un asesor financiero puede ayudar con la planificación patrimonial, desde recomendaciones para beneficiarse de instrumentos financieros como fideicomisos hasta la mejor manera de legar tu patrimonio a hijos y nietos.

Si bien contratar un asesor financiero al principio puede significar un gasto considerable para calcular tus finanzas y elaborar tus planes, si es competente y experimentado, lo más probable es que tu asesor obtenga mayores ahorros que hagan que ese pago inicial se amortice rápidamente. Una vez que hayas trazado tu plan inicial con un asesor, puedes consultar periódicamente, cuando se produzcan acontecimientos importantes en tu vida tales como el matrimonio, el divorcio, el nacimiento de un hijo o cualquier otro evento que cambie tus planes. Es importante que te informes antes de contratar a un asesor para asegurarte de que este tenga una sólida formación.