Los espacios de trabajo pueden sumar al cuidado del medio ambiente. Entre algunas de las prácticas que pueden implementar las empresas para tener un impacto ambiental positivo se incluyen:
- Evitar el uso de artículos descartables, como platos y servilletas de papel. Y, en caso de usarlos, compostarlos en vez de desecharlos.
- Controlar el uso del agua y la energía eléctrica. Apagar las luces y los equipos innecesarios.
- Usar papel reciclado, imprimir únicamente cuando sea imprescindible y, en lo posible, usar ambas caras de la hoja.
- Activar un centro de reciclado en la empresa.
- Usar artículos de oficina ecológicos, que no generen basura y sean reutilizables. Investiga para descubrir las nuevas propuestas.
- Mantener los equipos y las dependencias en buenas condiciones para una máxima eficiencia energética.
- Al reemplazar equipos, elige pensando en la eficiencia energética y dona, o recicla, los equipos viejos.
- Asegúrate de que el edificio esté bien aislado.
- Asegúrate de usar insumos de limpieza ecológicos.
- Cambia las bombillas de luz incandescente por opciones de bajo consumo. Las paredes de colores brillantes aumentan la luminosidad de los espacios de trabajo.
- En lo posible, usa siempre artículos fabricados con material reciclado.
¡Estas modificaciones sencillas pueden hacer una gran diferencia!