Adelántate al aumento de los costos universitarios

La inflación que estamos experimentando no es un buen presagio para quienes esperan poder enviar a sus hijos a la universidad. Históricamente, los costos de la educación universitaria siempre han subido más rápido que las tasas de inflación. Pero adelantarse al aumento en los costos de la educación puede ser una mala idea para aquellos padres que participan en planes federales de incentivo para los ahorros universitarios.

Los padres tienen algunas opciones al momento de elegir un plan de ahorro para la universidad, cada uno con diferentes ventajas, manejos impositivos y opciones de ahorro y flexibilidad. Elegir el más adecuado según la situación de tu familia dependerá de tus circunstancias financieras, situación tributaria, capacidad de ahorro y preferencias de universidad.

Aquí les mostramos un panorama general de los planes de ahorro universitario disponibles para todas las familias:

Planes de ahorro universitario 529

El plan 529 es el vehículo más popular usado por los padres para reunir fondos para la educación universitaria de sus hijos. Como plan calificado, el plan 529 brinda la posibilidad de acumular fondos para la educación sin impuestos, lo cual permite reunir el dinero más rápido. Si los fondos se usan para pagar gastos educativos elegibles, como matrícula, cuotas, libros, habitación y junta, pueden ser retirados libres de impuestos. Además, los fondos pueden ser utilizados para afrontar los gastos de los programas de aprendices.

Debido a los cambios recientes en las tasas legales, los planes 529 pueden ser usados para cubrir los gastos de la educación k-12 y los costos de la educación secundaria. La diferencia es que los retiros para los gastos de la k-12 están limitados a $10,000 por año, mientras que para los gastos de educación secundaria no hay límite. Conforme a la LEY SECURE sancionada en 2019, los fondos del plan 529 también pueden usarse para cancelar deudas de préstamos estudiantiles contraídas por el beneficiario principal del plan, o sus hermanos, hasta un máximo de $10,000 por préstamo estudiantil.

Si bien no hay límite en los montos que pueden aportar los padres, abuelos u otros familiares a un plan 529, los aportes que superen los $15,000 al año están sujetos al impuesto federal a la donación. Sin embargo, puedes "adelantar" el plan con aportes que cubran hasta cinco años ($75,000). Aunque luego no podrás hacer donaciones durante cinco años, la suma total de dinero tendrá más tiempo para integrarse y desgravarse. También puedes cambiar el beneficiario de un plan 529 sin multas.

Los planes 529 se ofrecen en varios estados, aunque no necesariamente estás limitado a un único plan. Puedes buscar planes basados en costos y rendimiento. Puedes encontrar mejores opciones de inversión en un plan ofrecido por otro estado. De todas maneras, muchos estamos también ofrecen una deducción impositiva para los aportes realizados por residentes de ese estado.

Planes de matriculación prepagados

Si ya conoces el estado o el sistema universitario al que asistirá tu hijo, puedes optar por un plan de matriculación prepagado. En este caso, tus aportes se acumulan en créditos que pueden aplicarse directamente a favor de una universidad específica para cubrir la matrícula y otros gastos educativos. Al iniciar el plan, se aplica una fórmula para determinar la cantidad de créditos que necesitas acumular, según las tasas de inflación y una tasa de interés mínima. En algunos casos, el estado o la institución patrocinante ofrece garantías para cubrir los costos de la matrícula incluso si estos exceden la fórmula predeterminada.

Es importante tener en cuenta que los créditos solo pueden aplicarse a universidades dentro del estado o las escuelas que participen en el programa. Además, algunos estados están reevaluando las garantías de matriculación, en caso de que tus créditos no sean suficientes para cubrir el total de la matrícula.

Cuenta de ahorros para la educación

Hay padres que consideran que las opciones de inversión limitadas que ofrece el plan 529 son una desventaja. Como alternativa, las Cuentas de ahorros para educación (ESA, por sus siglas en inglés), también conocidas como Cuentas de ahorros Coverdell, ofrecen los mismos incentivos impositivos que un plan 529 pero pueden establecerse como cuentas de corretaje con muchas más opciones de inversión. Esta es una opción más atractiva para quienes deseen generar una estrategia de ubicación de activos particular con más diversificación.

Al igual que los planes 529, los fondos de una ESA pueden retirarse sin carga impositiva para cubrir los gastos educativos elegibles para la educación k-12 y secundaria. La desventaja es que las ESA están limitadas a una contribución anual de $2,000 por parte de cualquier familiar que quiera donar. Asimismo, la capacidad de contribuir en una ESA se limita a quienes tengan ganancias más altas, a partir de los $100,000 para individuos y $200,000 para matrimonios.

La mayor ventaja de una ESA es que los fondos acumulados no te impiden calificar para créditos tributarios educativos, como el Lifetime Learning Credit. Y, debido a que una ESA se establece a nombre de los tutores del estudiante, los fondos acumulados no cuentan en la elegibilidad para la ayuda financiera. Esto es una gran ventaja, en comparación con un plan 529, en el que los activos y los retiros se consideran propiedad del estudiante.

Iniciar un plan de ahorros para la educación puede ser de gran ayuda para cubrir los costos de la universidad. Pero, para hacerlo, es fundamental buscar asesoramiento de expertos en planes de ahorros universitarios para comprender bien las ventajas y desventajas de los diversos planes, según tus necesidades y circunstancias personales.

Si quieres optar por un préstamo para estudios en vez de los ahorros universitarios, consulta las diferentes opciones disponibles en Alpine Bank.

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